En la herida limpia del silencio, ausente y corriente,
tu piel, oscura y silenciosa, susurra hojas amargas.
Lejana, el alma danza entre pétalos de ganas,
mientras tus suspiros tejen versos en la noche.
Las hojas caen, una a una, como lágrimas amargas,
en la corriente de recuerdos que fluyen lejan