
El cargo de gerente de proyectos ha adquirido mayor importancia en el mundo empresarial con la finalidad de mejorar la productividad y competitividad de las empresas.
El gerente de proyectos es la persona que se encarga de la planificación, ejecución y seguimiento de un proyecto desde el inicio hasta el fin con la finalidad de alcanzar los objetivos empresariales.
La buena gestión de proyectos trae muchos beneficios a las empresas, entre ellos:
Reducir riesgos y costos.
Aumentar la productividad de las empresas.
Manejo eficiente de recursos.
Adaptación a los cambios.
Maximizar la capacidad de la empresa.
Mejorar los procesos y adaptarse a nuevas tecnologías.
Principales funciones y habilidades de un gerente de proyectos.
El gerente de proyectos es la clave fundamental para que un proyecto esté bien ejecutado y tenga éxito. Entre las principales funciones que desempeña en una empresa están:
Elaborar y definir los proyectos según las necesidades, objetivos y capacidades de la organización.
Realizar una planificación donde se definan fechas y plazos para cumplir con las etapas del proyecto.
Asignar y supervisar las tareas designadas para la ejecución del proyecto.
Administrar y controlar los recursos financieros de acuerdo al presupuesto.
Implementar cambios y brindar soluciones efectivas según los problemas que se presenten.
Identificar con anterioridad posibles riesgos que pueda afectar el desarrollo del proyecto.
Negociar con los proveedores para tener todos los materiales y recursos en el momento que el proyecto los necesite.
Realizar seguimiento al desarrollo del proyecto para controlar y verificar que todo se cumpla de acuerdo a los objetivos establecidos.
Elaboración de informes periódicos para dar a conocer los avances y resultados que se están obteniendo.
Para poder cumplir con todas las responsabilidades el gerente o gestor de proyectos debe tener ciertas habilidades interpersonales que le permitirán cumplir con todas sus funciones y desempeñar su cargo de la mejor manera. Algunas de ellas son:
Liderazgo: motivar a su equipo de trabajo para que trabajen de forma eficiente y lograr cumplir los objetivos.
Comunicación: saber transmitir lo que realmente se quiere lograr con el proyecto, tener la facilidad de dialogar con todas las personas que están involucradas como: trabajadores, proveedores, clientes, personas externas y también poder escuchar lo que ellos tengan que decir al respecto.
Ser flexible: saber adaptarse a los cambios o las circunstancias que se den durante la ejecución del proyecto.
Generar confianza: lograr que tu equipo tenga confianza en ti sin perder el respeto hará que el trabajo sea más efectivo y se fortalezca el equipo de trabajo.